lunes, 22 de abril de 2013

Consejos para detectar el Bullying


Consejos para padres

Los padres deben estar atentos a los siguientes aspectos, que pueden ser indicios de que su hijo está siendo víctima del acoso escolar:

  • Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
  • Tristeza, llantos o irritabilidad.
  • Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
  • Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos...
  • Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.
  • Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.
  • No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
  • No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
  • Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
  • Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.

          Consejos para educadores de niños que sufren Bullying
Los profesores deben estar atentos a:
  •  La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
  •  Las "pintadas" en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen habitualmente).
  • La no participación habitual en salidas de grupo.
  • Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o alumnas.
  • Las faltas constantes a clase, ya que pueden indicar que no quieren acudir a clase por miedo.
  • Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o aspecto físico.
  • Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado...
  • Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que pierde su material escolar.
  • Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente...
  • Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
  • Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moretones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica; ropa rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen...
  • Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
  • Accesos de rabia extraños.
  • Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y aumento del fracaso.
  • Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.
          Consejos para chicos/chicas testigos del Bullying

Si estás siendo testigo de las agresiones de algunos compañeros hacia otro, debes tener en cuenta los siguientes consejos:
  • Si alguno de los presente dice algo como "¡Basta ya!",en la mitad de los casos, las acciones violentas cesan. Es difícil de hacer, pero estar ahí y no hacer nada es igual que aprobar la agresividad.
  • Si sientes que no puedes decir nada, vete del sitio y díselo al adulto más cercano. Haz que vaya a ayudar.
  • Si ves que alguien sufre una y otra vez agresiones, puedes hacer algo para terminar esa situación.
  • Si el colegio tiene algún tipo de programa para informar de agresiones, como un teléfono o un buzón, utilízalo. Puedes hacerlo de forma anónima.
  • Intenta conseguir que la víctima se lo cuente a sus padres o a los profesores. Ofrécete a ir con él o ella si crees que eso puede ayudarle.
  • Si el acosado no quiere hablar con nadie, ofrécete para hablar con alguien en su nombre.
  • Involucra a tanta gente como puedas, incluso a otros amigos y compañeros de clase.
  • No uses la violencia contra los agresores ni trates de vengarte por tu cuenta. 
          Consejos para las víctimas del Bullying
Si estás siendo víctima de agresiones (físicas o verbales) por parte de alguno o algunos de tus compañeros, aquí tienes algunos consejos sobre lo que puedes hacer para acabar con esa situación:
  • Ignora al agresor, haz como si no lo oyeras. Ni siquiera le mires.
  • No llores, ni te enfades, ni muestres que te afecta. Eso es lo que el agresor pretende, así que no le des esa satisfacción. Más tarde podrás hablar o escribir sobre tus reacciones y lo que sentiste en ese momento.
  • Responde al agresor con tranquilidad y firmeza. Di por ejemplo: "No, eso es sólo lo que tú piensas".
  • Si puedes, intenta ironizar o tratar con humor lo que te diga. Por ejemplo, si te dice "¡qué camisa más fea!" , puedes responder "gracias, me alegro de que te hayas dado cuenta".
  • Aléjate o corre si es necesario, si crees que puede haber peligro. Aléjate de la situación. Vete a un sitio donde haya un adulto.
  • Si eres una víctima constante de los agresores, lo más importante que tienes que hacer es hablar con un adulto. Comienza con tus padres. Eso no es acusar, es pedir ayuda a las personas que te quieren cuando la necesitas. Intenta que tus padres hablen con alguien del colegio, pero no con los padres de los agresores.
  • Si sientes que no se lo puedes contar a tus padres o que ellos no pueden ayudarte, habla con otro adulto en quien confíes, como un profesor o el director del colegio. Si no quieres hablar de ello con nadie a solas, pídele a un amigo o hermano que te acompañe. Te ayudará llevar a alguien que te haya visto cuando te agreden.
  • Deja claro al adulto que la situación te afecta profundamente, sobre todo si eres víctima de agresiones verbales, ya que a veces los adultos no las consideran importantes y, sin embargo, son las que más daño pueden hacer.
  • Si sientes que no puedes decir nada a nadie, trata de escribir una carta explicando lo que te pasa. Dásela a un adulto en quien confíes y guarda una copia para ti.

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